La cortina de aluminio por fin se hizo escuchar, y nos envolvió; eso, más el peso del plomo de las líneas en su final, líneas que esconden despampanantes las perlas, perlas que son transparentes y cristalinas mirándolas de costado; de costado y de perfil es como acostumbro mirarlas en noches así. El frío que hace arder el momento. Y la luz que no llega. Los canales y acueductos, ciudades, ríos y montañas de esa colosal metrópoli que suelo visitar, cerrados. La cima de la estructura, el lugar más alto, inhabilitado por hoy. Las zonas bajas, paralizadas; y el sol que no asoma. De tanta noche, me resigno a frecuentar los bosques negros y profundos; con terror. Los ríos que no disminuyen su caudal, y arremeten contra mí silenciosos. Niebla que deja al descubierto los peores instintos de conservación. Bruma que enciende mis pupilas y me exige defensa. Defensa que no sé usar. Defensa que en estos casos es inútil. Los árboles con esas sombras confusas que nublan mi razón. Hasta que amanece, y todo se ilumina con ese Sol Disfraz que deja relucir los caminos andados. Un Sol Mentira que con salvajes intentos trata de justificar la barbarie del lugar; Sol Engaño que sabe de los recovecos, y que incendia las perlas. Sol Motor Primero que desata la incineración de mi mirar, y más tarde de todo lo que queda de pie. Sol Trampa que juega con cartas marcadas, y planea monitoreando mis movidas. Pero Sol Ingenuo que al fin y al cabo no sabe mentir hasta el final. Sol que es noche, que incendia las perlas. Sol que desfigura los contornos, que desdibuja. Viento que recompone, Sol que incendia las perlas -bajo los arcos, escondidas en las cuevas-.
Pd: Recién tendrías que estar en tu casa! Me da mucha pena.
Pd: Recién tendrías que estar en tu casa! Me da mucha pena.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Juliana juliana!